Tengo un huerto urbano cojonudo, me da pudor fotografiarlo pero es lo único que me reconforta los largos meses de privación que me tocan para poder pagar la hipoteca del piso; son unos 25 m2 pero con un esmerado cuidado dan bastante, este año he sacado (aprox.): 4 kg de rábanos (cultivo especial para agricultores novicios), 4 kg. de zanahorias, 2 kg. de cebollas blancas, 2 kg. de remolacha, 15 kg. de patatas, 10 kg de calabacines, 8 (unidades) higos blancos, 10 (unidades) pimientos -serán como 30 a fin de temporada-, cantidades testimoniales de maíz para hacer palomitas, chirivías y algunas otras hierbas, unas 150 (unidades) de guindillas, chiles y ají chombo y, atención, unos 100 kg de tomates de seis variedades distintas.
Para ser el primer año no estoy especialmente descontento sobre todo porque ahora tengo puestos repollos, coliflores y algunos puerros con lo que espero seguir amortizando terreno. No sé muy bien cuál ha sido el coste unitario de la producción, pero habida cuenta de la cantidad de sacos de mantillo, horas de trabajo y agua me temo que, intuitivamente, no ha debido de ser barato .... ¡en fin! Sí puedo garantizar que, hasta donde yo sé, la producción ha sido ecológica 100%: sólo abono orgánico y jabón de potasa como insecticida y fungicida, eso sí, la tierra que tiene la inmensa jardinera no sé si son lodos de una central nuclear, os iré informando.
Pues lo que quedaba en las matas era esto. Los tomates los dejo hipermadurar porque sólo me los como en salmorejo y busco más el aroma y el sabor que la textura.
Mi hijo sembró maíz dulce pero se congeló en marzo y como no tenía ganas de comprar más semillas le di algunos granos del que se usa para palomitas; sale pintón pero es incomestible. De momento lo usamos para decorar el frutero hasta que haga menos calor y podamos tener la fruta fuera de la nevera.
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