Hay mucho gañán por ahí

El sábado estuve leyendo la columnita que el sr. Capel dedica en El País a los autores de blogs sobre temas culinarios, más particularmente a los autores de blogs sobre temas culinarios de los que él también escribe pero en el diario.

A mí no me toca mucho, nada diría, porque yo soy panadero ilustrado, inquietantemente autosuficiente -en palabras de Milcolores- por lo que no creo que nunca vaya a hacer crítica de un restaurante que no sea el mío, pero vaya que el tal Capel se pasa mucho.

Es evidente que entre la gente que escribe por aquí, en las paginillas éstas gratuitas como la mía, hay cada indocumentado de cine. Hay alguno, éste es un gallego pero los hay de todas las provincias, encantado de haberse conocido, que dice, muy serio eso sí, unas necedades de bares y restaurantes -que yo conozco personalmente por eso sé que son necedades- que, claro, te da qué pensar de los demás, de los demás post que escribe y de los demás que escribimos post (tiene plural??).

Pero no es menos cierto que estos ojitos que un día vieron atacar naves ardiendo más allá de Orión, han leído textos de Maria Jesús Gil de Antuñano -quiero pensar que sólo firmados por ella y, quizá, escritos por un becario o becaria- en El País semanal (sección de gastronomía) diciendo que la flor de sal era un tipo de sal especial que se obtenía de una flor que crecía cerca de la orilla del mar ¡! Por favor que nadie se moleste en desmentir esto que no tengo ganas de darle con el artículo en la cocorota.

También había otro: Ánder algo -no recuerdo muy bien el apellido y hace ya mucho que no escribe, menos mal- que, en la misma publicación -no el mismo día, g.a.D.-, se descolgaba haciendo una descripción de las características de los diferentes tipos de arroz que estaba copiada, textual, de las traseras de las cajas del arroz basmati NOMEN, quizá era él el autor de los dos textos ¡Palabrita del niño Jesús! de esa conservo hasta una carta de reclamación que les escribí. Luis Racionero diría de eso que es interliteración ¿no?

Si queréis podéis dar una vuelta por el diario Público y os leéis las recetas que publican, firmadas por Inma Crosas, para que podáis comprobar la calidad de las cosas que son de pago, al menos hasta media tarde.

Y que ¿aquí la gente responde a intereses ocultos? pues supongo que lo mismo de ocultos o declarados que cualquier crítico de revista o es que el sr. Capel no recibe detalles eno-gastronómicos por dentro y por fuera de Navidad.

Yo, que vengo de nuevas, en principio sospecho más de C que de G que no deja de ser un pobre pailán que hace de aprendiz de brujo con los baretos de su pueblo y alrededores; a C le supongo más motivado, aunque esto último es sólo una convicción personal a cuenta de un supuesto sr. C, muy similar, la convicción, a las que expresaba el sr. Aznar a cuenta de las armas de Iraq.

Entonces ¿qué se ventila aquí?........ Lo primero y más obvio es un tema de competencia. Los pobres restauradores ya no van a saber muy bien a quién tienen que atender con más cariño si a C que solo está en el periódico y poco más o a G que tiene una crónica accesible, sin ser la gran vaina, y que además frecuenta sitios más acordes con las capacidades del común.

Porque a mí, personalmente, lo que me gustaría es beneficiarme, un domingo, a la mamá divorciada de un coleguita de mi hijo, en una de las posadas rústicas que salen en El País del sábado, después de habernos apretado una cena en un resto de los que el sr. Capel puntúa sólo con un 3 el café o el pan, con botella y media de vino del que recomienda C. Delgado, en la misma página. Y si no hay sitio en la posada de diseny porque me he descuidado en la reserva –son todas tan caninas y exclusivas que no hay manera- pues a pasar el finde en el asiento de atrás de uno de los bugas tochos de la página siguiente.

Pero..... ¡cómo que no! Como que no sé cuánto va a tardar el sr. Prisa en decirle a sus críticos que por mor a la realidad deberían cambiar la orientación de sus señoras: las críticas; y no hablo de la sexual precisamente.

Lo segundo va enganchado a lo anterior y tiene que ver con las costumbres de exposición a medios que tenemos en los últimos tiempos.

Me relaciono mucho con gente más joven que yo -digamos de la mitad de mi edad- y me sorprenden -ahora menos, porque yo también lo hago en parte- los sitios de donde la gente extrae la verdad oficial. Es difícil encontrar a alguien que lleve un periódico de pago debajo del brazo…..uno gratuito quizá, y los más leídos dos.

Una receta ...... en Internet, una crítica de restaurante, en Internet, un vistazo rápido a la fenomenología de Husserl, en Internet, hoteles baratos en Teruel en Internet.

La inversión en restauración de este mes la haré en Viridiana –espero que surta efectos porque tengo puestas muchas esperanzas en esa cena- a cuenta una referencia que recogía Tiriti en su blog. Cuando voy a BCN me llevo el pdf de Encantadísimo (missing now!!); he visitado varios -muchos- de los restaurantes que recomiendan Pisto y su alter ego ……. por citar sólo algunas cosas a vuela pluma. Cierto es, que también agarro las recomendaciones de G, pero esas las confirmo antes con algún lugareño, je!

Quiero decir con esto que si para mí, que llevo desde los catorce años leyendo prensa escrita todos los días, cada vez me resultan más ajenas las recomendaciones de sport loisir que dan los críticos habituales, qué no será para la gente con la que comí el domingo: que compra El Mundo los ídem porque están haciendo la colección de los Episodios Nacionales.

¿Te imaginas al sr. Capel escribiendo habitualmente en la prensa gratis, críticas de restaurantes de barrio como los cucharetes o los de tapas por Madrid? o mejor: compitiendo con los pistos para ver quién tiene más predicamento en su crítica a los arroces de Paco Gandía.

La cosa es que cada vez más gente busca información y presta oídos en canales y a elementos alternativos a los ya consagrados y bien pagados.

Como diría jesulín: esto es como lo de la dominación central y periférica. Los que están en la periferia quieren parte del pastel que se comen los del centro y largan sobre cosas y en canales alternativos a los que están ocupados por el centro, por ejemplo hablar de restaurantes buenos pero de conocimiento limitado en un blog. ¿Les gustaría escribir en la web de El País, cobrando o gratis, sobre lo mismo que escriben en su blog? seguroooo!!

Y los del centro, que se la ven venir: la avalancha de competidores; pues a quitarle importancia a la cosa y a disminuirlos mediante la displicencia hacia el amateurismo supuesto y la corrección ortográfica.

Pues así es la vaina coleguitas!!! ilustraré este bonito post con fotos del pan que nos hicimos anoche para cenar.

bss