El otro día estuve dando una vuelta por el centro a comprar algunos artilugios de encuadernación que estaba necesitando. Dejé el coche aparcado en la plaza de Tudescos y terminé en el súper de El Corte Inglés de Callao para canjear el tique de aparcamiento.
Para que te lo cambien tienes que comprar, creo, unos 20 euro y te ahorras el euro y medio que te cobra el tío del aparcamiento.
Yo me pillé: unos filetes, vino, patatas fritas y otras fruslerías, boquerones para vinagre (visto el éxito de la nueva receta) y estas zamburiñas; total: 96 euracos del ala, dos bolsas hasta arriba acarreadas por la Gran Vía hasta Tudescos, y el aparcamiento, mira tú por donde, es el único de la zona que no está concertado con el Corte; como diría mi chaval ¡genial!
Nunca había cocinado las zamburiñas y comerlas: las había probado alguna vez en conserva y quizá en empanada pero no tenía un gran recuerdo. Esta vez las llevé por curiosidad y por precio -a 9 euro el kilo, para la cena del fin de semana no me pareció un exceso.
Estuve dando un par de vueltas por libros e Internet a ver como hacerlas y al final me decidí por guisarlas con una salsa de Jerez y pocas complicaciones. No salieron malas pero se me fue un poco la mano con el espesante.
Las hice así:
un kilo de zamburiñas
una cebolla pequeña
un par de dientes de ajo
perejil
pimienta y cilantro molidos
un vaso pequeño de fino
maicena
agua
harina para rebozar
Se abren las conchas y se les saca el bicho; es fácil despegarlas y sale casi entero. Se pasan los bichos por harina y se fríen en aceite no muy caliente (ojo salta!!).
Se hace un sofrito con la cebolla, el ajo y el perejil se pasa por un chino y se vierte en una cazuela con las zamburiñas y el vino. Se añade agua con un poco de maicena, la pimienta, el cilantro y se cocinan unos 15 minutos. Reposar hasta templar la olla y a comer. Yo las serví con un poco de arroz basmati
Este pan lo hago bastante cuando voy apresurado o cuando he sido robado, como es éste el caso.
Como todo el mundo ando bastante apresurado durante todo el día: curro y niño fundamentalmente, pero me salen otras aficiones casi de continuo, como para además ponerme a hacer pan, que encima no me gusta.
En una semana normal suelo cocer los viernes night (pan para el finde) y los domingos ídem (pan para el resto de la semana).
Como otros panaderos de la zona hago el pan, casi en exclusiva, con masa madre ácida, con lo que, como antaño, está tierno/comestible casi toda la semana. De hecho si lo sabes guardar, bien los matices de sabor son mucho más ricos a los días de haber cocido el pan; al menos a mí me gustan más.
Pero lo que pasa es que también suelo recibir visitas interesadas los domingos que me llevan parte (o todo como esta semana) lo que he horneado para las cenas de mi niñito. Entonces, el lunes cena con lo que queda del viernes y el martes le toca a su papi hacer más pan, cosa que también me toca cuando recibo la terrorífica llamada de: esta noche pasamos a haceros una visita, ¿harás pan? ¿¿no??
Para esos casos súper papi siempre tiene un súper truco en la manga que es este pan rústico, más falso que las monedas de 2 euro made in tailand.
Pan rústico (con sabor como los de antes) en tres horas:
Para el pan de la foto he usado:
250 gr. de harina blanca
una cucharada sopera grande levadura de cerveza
una cucharada sopera de semillas de lino (totalmente prescindible, yo las uso para gastar una bolsa que compré en el ecocentro un día que fui a charlar con una vendedora que me gusta y me pareció feo no comprale nada)
media cucharada sopera escasa de sal
una cuchara de moka escasa de levadura de panadería deshidratada
el agua necesaria (en este caso agua de la provincia de Cuenca -con más cal que agua- que estoy usando estos días para testar posibles diferencias en la panificación)
Como ya sabéis casi todos hacer pan no me entretengo mucho, amasar y guardar en el horno a 50ºC y con mucha humedad, una hora y media. Romper la masa, hacer varios plegados darle forma de pan y guardar en un banneton, otra vez dentro del horno, otra horita. Es recomendable taparlo con paño húmedo. Pasado ese tiempo, sacar el pan, calentar el horno a 250ºC (con una lata de agua dentro) y hornear 15 minutos a esa temperatura y otros 10 a 200ºC. Es necesario darle un par de golpes de vapor durante los 5 o 10 primeros minutos de horneo.
El resultado es increible, da el pego; además la levadura de cerveza (que no sirve para que la masa suba) le da un aroma y un color doradito a la miga súper guay. El único pero es que no está tan recio y terso como el pan hecho con masa madre.
Hace unas semanas, concretamente el 14 de febrero, el aniversario de la célebre matanza , me hice una escapadita a Barakaldo a ver a The Queens of the Stone Age. Tremendo concierto (el vídeo es de esa noche) y tremenda banda. Les conocí vía Mark Lanegan, curiosamente antes de tener mi primer disco de Mark y desde entonces no han dejado de asombrarme a pesar de la poca producción que tienen.
El viaje mereció la pena (sobre todo porque, por payaso, me descuidé y me quedé sin entrada en Madrid, vivo aquí, y en BCN, voy mucho) quedé contento con los músicos, con la gente que me encontré, con la sala RockStar (un poco peligrosa la salida de la gente en masa) y con la propia actuación, corta pero en honor a la verdad ya no podía más, mucha marcha para tantos conciertos a cuestas).
Las reinas me suenan a un híbrido molón entre Smashing Pumpkins, Pearl Jam y un punk muy primitivo; tremendas, podéis verlas y oírlas aquí abajo.
Nota para los entusiastas: que sepáis que la nueva asociación de Mark Lanegan (The Gutter Twins) actúan aquí a finales de abril.
Bueno pues para aprovechar los euracos que me costó la gasolina, las horas que me pegué hasta allí, la pasta que me costó la custodia de mi bebecito y, porqué no decirlo, para pegarme un día de vaguería por allá (qué fue providencial porqué terminé a las tantas en Santoña, en casa de unas amistades que hice en el concierto) me pedí un día de vacaciones y me dí el lujazo de pasar una soleada mañana de viernes de paseo y brunch por el pueblo.
¡Compañeros, cómo se vive en provincias! Desayuné en la plaza, en una terraza, rodeado de una animada troupe compuesta por las fuerzas, administrativamente, vivas de la localidad. En una mesa la delegación de Hacienda, en otras bancarios de variado pelaje, más allá gentecilla de tipo agencia inmobiliaria......
Llegaron andando, desayunaron pausadamente (no me extraña, se estaba de coña), hablaron de vanalidades, pero muy lenta y amigablemente y...... se marcharon con la misma cadencia provinciana con la que llegaron. Lo dicho ¡cómo se vive en provincias!
Pues resulta que dí una vuelta para comprar anchoas (puedo confirmar que lo que se está "pescando" en esta temporada por allí es pura anchoa en salazón peruano) y terminé en casa de unos tíos que vendían aceitunas, botes de cristal y, atención, tapas metálicas a estrenar, el gran quiz de cuestión para los que hacemos conservas en Madrid. Cargué el coche hasta arriba de todo menos de aceitunas y anchoas y me volví para mi pueblo.
Por una vez en la vida soy libre para hacer tantas pruebas de conserva como quiera y tengo los botes de los tamaños adecuados para cada cosa y además, más importante todavía, puedo volver a Santoña cuando quiera; ¿sabe alguien cuál es gentilicio de las mujeres de ese pueblo?
Empieza el cuento del final. Las legumbres son de las cosas con las que no me hago. Garbanzos y lentejas tira, pero las pero las judías de ningún color. Un par de veces al año me mandan fabes de Grado o, a veces, compro unas tolosanas de a 12 € el kg que me salen bastante buenas.
Después de leer muchas veces, quizá es por eso, a mi amiguete Vincent me decidí a probar las judías del DIA (joer!! a menos de un euro el kilo y me salen casi diez botes de medio litro, con arroz blanco puedo dar de comer a otros tantos gorrones).
¡Exitazo! casi los puedes cocer el tiempo que quieras y no se deshacen, hora y media en la cocina y listo: conserva de judías casi para todo el invierno. ¡Atención: conservas caseras no guardar más de un año, aunque estén muy bien hechas!
Las judías de la foto son del DIA las blancas, del Lildl las pintas y de Hipercor las negras del fondo. Los tres kilos unos cuatro euros para sacar tipo 25 tarros como los de la foto.Otros ingredientes fueron: cebolla, ajo, puerro, tomate de lata y pimientos choricero (cebollas y puerros de mi huerto, chincha rabiña...!!). Especias variadas: pimentón, pimienta, cilantro seco, guindillas, etc., cacao en polvo y alguna paridilla menor que se me escapa.
Las recetas están aquí y aquí así que no me voy a detener mucho.Las judías negras y las pintas están hechas con el mismo guiso, que quiere ser tipo mejicano: con cacao y sabrosete de todo. Me recuerda al guiso "tradicional" del chili con carne. Las negras salieron más caldosas.
Las blancas tienen el guiso tradicional peninsular (no me atrevo a decir español, en este caso) de judías con costilla, con chorizo, etc.
El cómo hacer los guisos lo miráis en las recetas, el asunto de las conservas se articula como sigue:
se remojan las judías el día de antes
se escurren y se cuecen en agua durante diez minutos
en otra cazuela se prepara el guiso sin, obviamente, las judías
se quita casi todo el agua de las judías y se cambia por la del guiso e inmediatamente (sin cocer más tiempo las judías) se rellenan los botes hasta un centímetro y medio del borde
es importante meter cuanto más guiso posible en cada tarro, si falta se completa con agua
hay que tener también en cuenta que en las conservas los sabores se amplifican mucho con el tiempo de estantería por lo que hay que ser modoso con los condimentos y la sal
se cierran los botes y se meten en una olla a presión (no al baño maría) con agua suficiente para cocer, fuerte, una hora
hay que meter paños en la olla para evitar que los tarros choquen y se rompan al hervir
se cuecen no menos de 50 minutos para estos frascos de medio litro y unos 65 para frascos de litro; el tiempo cuenta desde que empieza a salir vapor al mogollón
cuando ha pasado el tiempo se apaga la lumbre y se deja enfriar la olla hasta que el agua este completamente, pero completamente, fría
y nada más, no es poco, por hoy
muchos besos
nota: la página www.gastronomiavasca.net es uno de los mejores, por no decir el mejor, portal de cocina en castellano/euskara que conozco
Uf!! la verdad es que he tenido una temporada un poco mala. Ahora , cuando he pensado que debería escribir alguna cosilla, me he dado cuenta de que casi llevo un año sin deciros nada. Pero os sigo frecuentemente.
Sé que mi amiga mil colores se cambió de piso con el goloso de su novio (tía muchas gracias por acordarte de mí de vez en cuando), que Iban se vino a vivir a BCN y las pasó putas hasta que le trajeron un horno (de hecho se comenta en la red que sigue trastornado y no para de comer bollos de mantequilla para relajarse y olvidar lo difícil que es hacer pan con el agua de Barcelona; si te sirve de consuelo te diré que me tengo transportados varios metros cúbicos de agua de Madrid en damajuanas para hacer cocidito allí).
También que la reina de Vallekas se casó: ¡tía, el té de este fin de año te lo vas a infusionar (o fumar lo que prefieras) de mi patio! La olla, zorra, nos dejó por los de estrangia y desde entonces el HEMC está un poco cutrillo: poca imaginación oiga!! lo próximo va a ser un concurso de magdalenas y tortilla francesa ja, ja, ja!! vuelve zorra!! me gustan mucho los anillos que llevas en las manos y....... Cerise se quiere liquidar varias cajas de preservativos como propósito de nuevo año: adelante titi las gabachitas sois lo más!! grss bss!!
Y a los demás también os sigo, no os penséis.
Por mi parte, me preparo para la primavera, tengo algunas plantitas en marcha (las tres primeras columnas son tomates, las siguientes varias clases de pimientos y guindillas y la última es té del que se fuma...¡!) Esta es otra planta de té, según me dijo el distribuidor: las semillas proceden de Valencia, de unos tíos que están ensayando genética peninsular. Me gustaría ser consumidor para poder apreciar el esfuerzo :o
Uno de los objetivos del año es dar una vuelta por el tema de las flores comestibles; en la foto una violeta que se come cruda en ensalada o se embadurna con clara de huevo y azúcar y se come seca como caramelo. En unas semanas espero poder hacer un articulillo un poco más extenso sobre el asunto.
Y claro!!! lo del pan sigue adelante. Hace unas semanas me tiraba el rollo con unas amigas de lo bien que me lo monto con el pan, pero el siguiente que hice se me quemó. Sigo aprendiendo.
Ha tenido que pasar mucho tiempo para que me volviera a atrever a darle a mi tapa favorita; tanto es así (de favorita) que me prodigo a menudo por bares bastante poco recomendables (ideológicamente hablando) como FIDE en Madrid sólo por poder probarlos y evitarme los reiterados fracasos. Diría que desde 1996 no he vuelto a hacerlos y entre el 95 y el 96 pude intentarlo unas 15 o 20 veces (todas mal), fracasos reiterados: casi siempre boquerones desechos, bien de sabor pero absolutamente hechos una pasta, ¡lamentable!
Hace unos días, a través de puntiyo que, a su vez, se lo pintó a su pescadera, me animé a darle una nueva oportunidad al señor bocarte con la novedad del hielo en el agua para enjuagar a los susodichos; ¡bingo! así era. Un poco duros pero ese es el camino; ahora tengo que probar tiempos y concentraciones de vinagre pero: ¡¡fide, facha, ríndete!!
En lo básico se hacen así: boquerones limpios y bien lavados hasta que el agua salga bien limpia; a mí me los limpiaron en la pescadería y los congelé sobre la marcha (los tuve 20 días en el frigi) cuando los descongelé les di un par de aguas y los dejé la tarde entera remojados con un montón de cubitos de hielo (esto es lo definitorio de esta receta); vinagre (yo he usado vinagre cristal kosher que es un poco más fuerte que el habitual), dos cuharadas soperas de sal y unas doce horas otra vez a la nevera; escurridos y ajo, perejil (de mi huerto) y aceite de oliva.