martes, 10 de junio de 2008

Cena fría, que hay fútbol

En mi casa el europeo de fútbol comenzó oficialmente ayer. Holanda-Italia y cena fría para dos; plan sólo mejorable si el otro comensal hubiera sido una tía de más de 18 años y no un gañán de ocho como mi hijo –je, quizá él pensó lo mismo pero así: <, en lugar de así: >.

Llevaba tiempo queriéndole meter mano a un steak tartare. Antes viajaba mucho a París por trabajo (precisamente hoy hace cinco años que infaustos acontecimientos me hicieron conciliar vida laboral y profesional) y me tengo pasadas mogollón de tardes en la Virgin de los Campos Elíseos revolviendo discos y merendando tartare de boeuf y Stella Artois –bien mala es esa cerveza. De hecho todavía hoy si me caigo por allí acompañado, insisto mucho en ir a cenar a la cafetería de la tienda de discos, con, por supuesto, gran despiporre de los parners ocasionales.
los huevos son de casa, riquísimos


Eso,......que lo tengo asociado a París, allí me saben buenos en cualquier parte y de cualquier cosa. Aquí ni se me ocurre pedirlo en ninguna parte, ni casi lo sirven en ningún sitio.

No sé si son los condimentos, la carne o incluso la manera de cortarla …. no sé qué es pero salen, y saben, diferentes allí que aquí; será el esnobismo parisino que imprime carácter porque por lo demás el platillo tiene pocos misterios, sólo dos misterios y yo te los voy a contar aquí.

Misterio 1: la carne. Vaca, buey, ternera es igual. Inútil gastarse 45 euro en un kilo de solomillo para hacer tartare. Mi hijo no se cree que los tártaros maceraban la carne con el culo, pero es así. En mi libro de historia de primaria lo ponía claramente: “los hunos comían carne que ellos mismos maceraban poniéndola bajo las sillas de montar a sus caballos”.

Yo desde luego no me gasto ese dineral para que el filete pueda terminar bajo el culo de un chino de interior, y no creo que ellos lo hicieran ni aun tratándose de su propio culo.

Como dice el refrán: al cap de cent anys tots calbs; triturada la carne y rotas las cadenas de colágenos que mantienen unidos los tejidos, todas las carnes son iguales. De hecho hacer las carnes a la mode des tartares es una magnífica manera de aprovechar cortes baratos y riquísimos que cocinados son auténticas suelas.

Yo no te puedo recomendar porque soy un absoluto lego en el asunto pero seguro que si ordenas las bandejas del súper de menor a mayor precio y agarras de las primeras te equivocas poco.

Éste que se ve en la foto es una pieza de cadera de muy buena estampa y de a 17 euro el kilo. No estaba muy allá.


Misterio 2: el corte de la carne. Vaya por delante que es la primera vez en mi [empieza a ser dilatada] existencia que hago un steak picando la carne a cuchillo y, en honor a la verdad, esta vez lo he hecho por la visualidad que tiene la foto en el blog.

mi cuchillo de Taramundi corta muy, muy bien


La carne se debe cortar a cuchillo en brunoise y …bueno…. pues lo mejor es decirle al carnicero que la pase por la picadora y listo …. conste que a mí me da pelín de asco mandar picar la carne en la carnicería porque, me explicaron un día, lo primero que sale de la máquina es lo último que picó el anterior cliente.

¡Mujer! picada a cuchillo, cuanto más fino mejor, si tienes el cuchillo, el tiempo y las ganas queda fenomenal, al menos una vez en la vida deberías obsequiar a tu pareja con un steak manual.

Anexo a los misterios: condimentos. Prácticamente los que quieras, los más usuales: salsa perrins, yema de huevo, pimienta, alcaparras, cebolla y sal. Ayer le pusimos lo habitual más tabasco, cebollino y pepinillos (decía el bote que eran moscovitas, lo prometo por mi conciencia y honor), cambiamos las alcaparras por alcaparrones en homenaje a las amigas del sr. Monipodio y quitamos la cebolla. Cuando como algo me fastidia sobremanera mezclar diferentes texturas en un solo bocado y que me ronchen los trocitos de cebolla me jode.

pepinillos al estilo moscovita, ¡¡la bomba!!


Anexo 2: maneras de comer tartare. Es perfectamente posible, hay muchos guarretes que lo hacen -yo pensé que uno de los dos steak terminaría como hamburguesa, darle un golpe de plancha al filete antes de servirlo y comerlo crujiente por fuera y crudo por dentro.

las patatas no salieron muy allá


Y esto es todo por hoy, señoras y señor, abrazos os mando

Final 1: menudo partido jugaron ayer los italianos y se fueron con tres goles, anda que no les queda que aprender a los nuestros …… ya estoy mosqueado y todavía no han empezado.

vaya paliza que les dieron a los italianos y yo que les había puesto subcampeones en la porra de la ofi

Final 2: ¿qué es ser un tío con suerte? anoche me dijo mi chaval (recuerda: 8 años y, obviamente, sin haber comido nada con patas, alas o aletas crudo en su vida)…..pues va el man y me dice: “papi a ver si la próxima vez no le pones pepinillos, que sabes que no me gustan mucho” …… soy o no soy un tío con suerte, ja, ja, ja, ja!!

5 comentarios:

  1. "Deconstruir un solomillo para albóndigas es aún más sacrílego que acostarse con Scarlett Johansson con la luz apagada". Abraham dixit. Por cierto, tu chico promete, si señor. MUA

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  2. Yo aún no me he "reeducado" y sigo mirando con cierta aprensión la carne y los huevos crudos, así que el tartar no entra en mi dieta...todavía.
    Un saludo.

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  3. mmm... quedarà pendent un viatge a París per acabar de resoldre el misteri.

    El teu "xavalín" és un crack!

    Bisous!

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  4. en algo estoy de acuerdo contigo la "Stella d'Artois es mala muy mala!!

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  5. Reconosco mi deformación profesional, yo no como nada crudo, pero en mi caso por exceso de educación. Eso que me pierdo desde el punto de vista culinario, y eso que gano en el despilfarro de inmunoglobulinas. Abrazos

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