El alajú es una de esas cosas que recuerdo de cuando era chinorri y no porque lo hubiera probado nunca; es de esas cosas que antes estaban anunciadas en todas partes y que yo nunca he sabido lo que eran o cómo era o qué ponía o a qué sabía. Me acuerdo mucho de "Lea Tría" en las tapias de las casas cuando íbamos de viaje ¿alguien ha leído alguna vez Tría? o "Pida un rosal" -tardé años en enterarme que el rosal es un espumoso rosado malo- o "Zaleski moda joven" no he llegado a ver nunca un traje Zaleski supongo que la ropa de Bangladesh les arruinaría....pues eso que hasta hace bien poco el cartel de "Tenemos tortas de alajú" seguía siendo un misterio.
El alajú es, cómo no, un dulce árabe; en árabe hispanizado significa relleno:De unos años a esta parte, pongamos dos, y desde que una amiga se dejó caer con lo de: ¡coño, ahora que haces pan nos harás alajú! ¿no? Pues no sabía yo ni lo que era el alajú ni por supuesto que fuera un aprovechamiento del pan duro.
Por lo que me cuentan, ésta y su hermana, ambas por encima de los 45, para ellas, y para su madre según la interesada me ha confesado, el sabor del alajú transporta a lo más profundo de la infancia. Comentaba el otro día con Mar sobre las cosas que se comían y bebían en los pueblos de La Mancha y en los años 70 que eran prácticamente las mismas que las que habían comido y bebido sus padres treinta años antes.
Estas tías, prácticamente, no comieron un chicle hasta después de morirse Franco; para ellas el dulce del año era el alajú que les compraban en las fiestas del pueblo (San Antonio) o en la feria del pueblo grande la comarca.
Hemos tenido grandes debates, con participación de gente mayor, para aproximar el sabor de nuestra manufactura de alajú al que ellas y ellos tomaban cuando eran chicas e incluso llegamos a organizar una cata pero el problema es que los vejetes son unos llaminers y jugaban a no ponerse de acuerdo para les hiciéramos más. Porque, por supuesto, el alajú se sigue vendiendo en las fiestas pero no sabe igual; para mí que el manto del tiempo le pone un plus de ternura al sabor de la miel y las almendras ¡sí! ¿no?
Bueno el resultado es que ahora, cuando se va acercando la fecha, recibo varias llamadas para ofrecer almendras peladas a cambio de alajú manufacturado y, una amiga de Valencia, obleas de pan servidas por SEUR......acojonante!! la afición que tiene la peña.
Por lo que me cuentan, ésta y su hermana, ambas por encima de los 45, para ellas, y para su madre según la interesada me ha confesado, el sabor del alajú transporta a lo más profundo de la infancia. Comentaba el otro día con Mar sobre las cosas que se comían y bebían en los pueblos de La Mancha y en los años 70 que eran prácticamente las mismas que las que habían comido y bebido sus padres treinta años antes.
Estas tías, prácticamente, no comieron un chicle hasta después de morirse Franco; para ellas el dulce del año era el alajú que les compraban en las fiestas del pueblo (San Antonio) o en la feria del pueblo grande la comarca.
Hemos tenido grandes debates, con participación de gente mayor, para aproximar el sabor de nuestra manufactura de alajú al que ellas y ellos tomaban cuando eran chicas e incluso llegamos a organizar una cata pero el problema es que los vejetes son unos llaminers y jugaban a no ponerse de acuerdo para les hiciéramos más. Porque, por supuesto, el alajú se sigue vendiendo en las fiestas pero no sabe igual; para mí que el manto del tiempo le pone un plus de ternura al sabor de la miel y las almendras ¡sí! ¿no?
Bueno el resultado es que ahora, cuando se va acercando la fecha, recibo varias llamadas para ofrecer almendras peladas a cambio de alajú manufacturado y, una amiga de Valencia, obleas de pan servidas por SEUR......acojonante!! la afición que tiene la peña.
alajú.
(Del ár. hisp. alḥašú, y este del ár. clás. ḥašw, relleno).
1. m. Pasta de almendras, nueces y, a veces, piñones, pan rallado y tostado, especia fina y miel bien cocida.
2. m. Dulce hecho con esta pasta.
La receta, porque estas gualdraposas, sólo sabían que llevaba pan y almendras me la pasó un colega que se llama Carlos y que tiene un blog de la hostia sobre repostería y dulces (el man es profesional aparentemente).
No la pongo detallada por no fusilar pero se trata, en lo básico, de una pasta de pan rallado, miel y almendras y/o nueces aromatizada con limón y/o naranja.
Las obtusas de mis amigas sólo lo quieren de almendras, miel de su pueblo y aroma de limón -hay que reconocer que las almendras que nos regalan son de almendros dulces, sin ningún tipo de tratamiento más que retirar las malas yerbas del pie de los árboles y están de coña- pero yo, que lo que más me gusta mundial del mundo, es la naranja -y los besos- lo prefiero de nueces, miel de azahar y naranja.
Claro todo esto no es apto para regímenes hipocalóricos.
Besitos
No la pongo detallada por no fusilar pero se trata, en lo básico, de una pasta de pan rallado, miel y almendras y/o nueces aromatizada con limón y/o naranja.
Las obtusas de mis amigas sólo lo quieren de almendras, miel de su pueblo y aroma de limón -hay que reconocer que las almendras que nos regalan son de almendros dulces, sin ningún tipo de tratamiento más que retirar las malas yerbas del pie de los árboles y están de coña- pero yo, que lo que más me gusta mundial del mundo, es la naranja -y los besos- lo prefiero de nueces, miel de azahar y naranja.
Claro todo esto no es apto para regímenes hipocalóricos.
Besitos
Yo creo que se distingue bastante bien, pero los cortes de arriba son de almendra y los de abajo de nuez.
No lo he probado ni visto nunca, pero me imagino el sabor y me imagino paladeándolo con un buen te (que es como me gusta tomar los dulces potentes, los "morunos")
ResponderEliminarUn saludo!