sábado, 5 de julio de 2008

rolletes y chascarrillos variados (también sobre panadería o similar)

Viaje rápido al pueblo para pasar la ITV al coche y a por un reportaje gráfico de la aplicación a un caso real de la receta de los rolletes y cambiar cromos con mar.

Cómo se pasan las tías!! Juro que ha sido vacile de miembra, y que no me ciega una, políticamente incorrecta, pasión sexista.

Hace dos semanas estuve en esa misma estación de ITV con otro carrito que tengo por la zona y me dijo la recepcionista que: joder!! que no sabía porque los madrileños que andábamos por allí no pasábamos las revisiones en provincias.....a ver, ¿el buga tuyo es de gasolina o de gasoil? pues si es de gasolina te sale la ITV siete euros más barato que en Madrid y total ya que vienes desayunas por aquí con los euros que te ahorras ¡¡!!

Y yo que soy un gil el sábado a las nueve como un clavito allí y: una poya con orejas!! la ITV vale 40 céntimos más cara que en Madrid -sin contar la gasofa de i/v- y, atención, la piba no podía desayunar, fundamentalmente porque libraba este sábado ...... en fin! he comprado un décimo de lotería para esta noche.

Por cierto la aparente salida de tono del párrafo tiene su aquel para contarles: que la poya no es, como todo el mundo ha sospechado -dado lo exquisito habitual de mi prosa- la mujer del poyo sino, atención de nuevo, el derecho que se pagaba en pasta o en pan -que se paga todavía: en mi pueblo 3 euro por cocer una bandeja grande de rolletes- por usar el horno común. Una comprobación rutinaria en el DRAE me hará salir indemne del dedo que me señala por barriobajero.

Efectivamente, J fue honesta en todo, no hay un Cristo que consiga sacarles la receta.

Como me sabía cómo iba a ser el rollo -nunca mejor dicho- iba preparado. Esta semana me repasé Diseños experimentales y cuasi-experimentales en la investigación social de Campbell y Stanley (está en Amorrortu, je!) para que no me la diera. Sólo llevaba una cosa en la cabeza: hay que dejar una variable fija, hay que dejar una variable fija!!! y, a vueltas con eso, se me ocurrió llevar la harina ya pesada.... ajaja!! te pillé compañera!! -mira he pensado que como es mucho lío mejor vamos a hacer sólo este paquete de harina (de medio kilo de Mercadona) de rolletes.

Después de mucho trabajo conseguí -porque todo el mundo sabe que esa no es forma de hacer rolletes- que sobre mi medio kilo de harina echara un vaso de aceite caliente -después de hacer las pastas lo he medido con un potito de niño: eran 200 cc. justos- y no como ella quería: ir echando aceite a cucharadas hasta que le pareciera bien ...... y así ha sido la vaina hasta que se me ha ocurrido la feliz idea de irme a por la máquina de fotos ..... esto ha sido lo que había en el visor:

es incómodo manipular la masa porque está muy calienteHORROR!! pero qué estás haciendo??? -es que esta harina que has traído no es buena le puesto más de la mía, -pero cuánta? cuánta?, ay!! no sé un puñao o dos!! A tomar por saco el diseño experimental, las variables fijas, los libros amarillos, la validación del proceso y sus muertos!!! me toca hacerlo otra vez en casa para sacar la receta.

La ciencia contra la furia española ¡cómo la vida misma!

las latas que se llevan al horno por tres euro son como el doble que ésta de la fotoY así se hacen. Se calienta aceite de oliva hasta que casi hierva -yo diría que un pelín más frío de lo necesario para freír un huevo y se va echando, con un cucharón, sobre la harina. A la vez se va moviendo -con una espátula de madera, por favor, que el aceite hierve- y añadiendo aceite. Cuando está todo incorporado le pones medio vaso de anís seco, la ralladura de un limón y, yo diría que le ha echado, tres cucharadas soperas de azúcar blanco. La textura de la masa es como la de un mazapán o una masa quebrada blanditos.

Se van haciendo las rosquillas y poniendo en la lata como en la foto de arriba, mientras se calienta el horno a 170ºC pero se ha equivocado; al final no me ha querido decir si a 170 estaba bien o mal.

Cuando a la señora le parece, sin que exista ningún dato o indicador que permita siquiera sospechar que el momento de meter los rolletes ha llegado -por ejemplo que han pasado, digamos ¿seis minutos? o que se ha apagado el piloto del horno o que pasa un coche rojo por la carretera o que: vamos a meterlos que empiezan los toros- pues cuando le parece mete la lata al horno y se pira a ver los toros en la tele.

el horneado es muy desigual, pero se la trae floja porque después los cubre de harina y se nota poco
Se levanta dos o tres veces y a la tercera, cuando vamos a la cocina -yo la he seguido todo el tiempo- dice que se ha equivocado con la temperatura, la sube a 210ºC y se vuelve a ver los toros tan pancha.

a partir de que se endurecen ya se pueden sacarAl final han estado 37 minutos, pero ha abierto el horno tres o cuatro veces, ha sacado la lata, ha movido los rolletes, ha dejado unos fuera y ha vuelto otros.......

Mira....cuando estén sacas los putos rolletes los dejas templar justo para no quemarte los dedos y los rebozas en azúcar, como en la foto......

demasiado azúcar para mi gusto
Tías!! están muy buenos, dulces y cardiosaludables, probad!!

no he caido en hacerle una foto a uno partido para que vierais cómo queda por dentro, es una especie de galleta muy quebradiza

bss

Mira lo de Íngrid Betancourt es un tongo sangriento de la hostia. En Colombia va a haber una masacre lejos de los ojos del mundo no tardando mucho tiempo.

1 comentario:

  1. Al final no fui al pueblo, pero el fin de semana que viene toca ir fijo.
    Y en cuanto se me acaben las galletas caseras del desayuno, me pongo con los rolletes!!!

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