Colines para la cena ¿por qué le dicen grissines si en realidad se llaman colines?

Me gustan mucho los colines, de cani me los regalaba el panadero donde me mandaba mi madre a comprar: una de medio y una de cuarto era lo que me tenía que llevar; ya no me acuerdo cuánto costaban las dos barras pero sí me acuerdo del panadero. Era delgado y con gafas, siempre iba vestido con una camisa negra y era manco.

Una vez, con mi madre delante, le hice, al panadero, un comentario estúpido sobre los mancos y El fugitivo -era la serie de TV que estaba de moda en aquellos años- y como la leche que me dio mi vieja todavía me está doliendo no voy a repetirlo aquí.

Aquel hombre siempre nos daba un colín (medio para cada uno) a mi hermano y a mí y siempre nos sonreía. Hacía muchos años que no me acordaba de aquello ha debido ser la que estaba cayendo en Madrid esta tarde -la temperatura de la cocina es la que está dentro de la casita- que me ha transportado o trastornado, no sé.

Esta mañana, pensando en la cena de mi niñito, me ha parecido que a lo mejor le hacía gracia meterse unos colines para el body -finalmente ha sido un acierto rotundo- y como no tengo npi de ninguna receta de pan me he puesto a buscar a ver cómo coño podía meterle mano a la cena del infante.

Y claro, ahí va y te enteras de que como colines, colines el producto está descontinuado desde 1970, o así.

Ahora que si lo que tú quieres que cene tu hijo son grissines (no grisines, sino grissines) entonces estás de suerte porque vamos, esto parece que se lo papean todos los niños del mundo, menos los españoles. Joder qué habrá sido de los colines y del manco de mi niñez.

La receta viene de varios sitios y tradiciones por lo que no se la vamos a adjudicar a nadie en concreto -me la apunto yo coño!! que nunca me apunto nada- pero el sistema de ejecución está fuertemente inspirado -vaya, que lo he pintado, digamos, al 90%, o más, del blog de la levadura salvaje si bien, en honor a la verdad deberéis reconocer que mi post es más preciso en la sistemática de fabricación y además yo escribo en castellano que mola más, n'est pas??

Bien, pues con harina corriente (unos 375 gr.), 200 cc. de agua templada, una cucharadita de moka de levadura seca, un poco de sal y un par de cucharadas soperas de aceite de oliva se hace una masa suave que se deja reposando, tapada, hasta que doble, o más, el volumen.

Acordaos de que las grasas se deben incorporar a la masa una vez que ya está hecho el amasado para no interferir en la formación de las redes de gluten. Yo esto lo tengo tan en cuenta que hoy hasta se me ha olvidado. Me he despertado, empapado en sudor, en mitad de una siesta muy agitada y con pesadillas -que yo esto del pan lo llevo muy a rajatabla- para volver a romper la masa y echarle el p?to aceite.

En circunstancias normales la masa debería estar fermentando unas dos horas.....yo creo que con el calor que hacía, y si no hubiera ocurrido el affaire del aceite, con 45 o 60 minutos hubiera bastado.

Se separa la masa en trozos, más o menos, iguales y se hace la operación que se ve en la foto de más arriba .

Se continúa como en la foto que se ve aquí debajo. Este pliegue tiene cierto truco que va en relación con la siguiente foto (la primera no, la siguiente)

Cada una de las tiras de masa hay que plegarla sobre sí misma -como aquí arriba- si no lo haces no vas a poder darle la forma de colín porque se te va a descojonar. La cosa es que como en todo este proceso se tarda un poco hasta que lo tienes todo a punto la parte de encima de la masa, la que no está en contacto con la madera, se seca y después al girarla tipo papel de caramelo -como en la foto de abajo- se despega si no tienes la precaución de plegarla por la cara que ha estado en contacto con la mesa.

Cada una de las varitas de colín se trabaja como se ve en las fotos que no es que sean muy necesarias pero que las he puesto para tirarme el rollo.

Vista de conjunto......

Una carga terminada ....... antes de meter los colines al horno se pulverizan con aceite y se espolvorean con sal y la especia que quieras. Yo les he puesto: a unas sólo sal, a otras sal y una mezcla de bayas de colores que está fatal y que no sé cómo terminar el frasco y a las últimas sal y cilantro, de mi cosecha, en polvo.

actualización 1: se me había olvidado un detalle importante :) resulta que hay que cocer los colines unos 20 minutos con el horno a unos 200ºC......saludetes

La verdad es que han quedado de coña. A juanito le ha parecido de perlas el pan de la cena y no creáis que es normal porque este man es bastante crítico con todo y sobre todo con la comida que le hace su papi. Sabe que no tengo mi medio pase en lo que se refiere a darle gustito con el pan, los besos, el zumo de naranja y rascarle la espalda todas las mañanas del año. La verdad es que no me importa nada hacerlo, pero no quiero que lo sepa para que no se aproveche.....creo que he creado un monstruo.

Je! pues éste es el resultado del cuento. Buena pinta, buen sabor, buena foto -a mí me gusta- animaos a hacerlo.


La próxima cena que organice los voy a preparar para acompañar los aperitivos, en vista de que no me salen los panes de pitta.


Bss